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Tener la vitamina D baja está de moda. A pesar de que vivimos en unos de los países con más horas de luz al día, la exposición solar no está siendo eficiente para que pueda sintetizarse esta vitamina a nivel cutáneo, en unos casos por el tiempo de exposición o incluso debido al uso de cremas de protección solar que bloquean la síntesis. En estos casos, mejorar el aporte de esta vitamina a través de la alimentación es crucial, para prevenir la aparición de las consecuencias negativas que acarrea el déficit de vitamina D.

LA VITAMINA D

Cuando hablamos de vitamina D, nos podemos estar refiriendo a las dos formas en las que se encuentra esta vitamina.

Vitamina D2: Es sintetizada por la exposición del ergosterol de las plantas a la radiación UVB. Se encuentra  en las plantas y los hongos.

Vitamina D3: Se sintetiza a nivel cutáneo de personas y animales. La podemos obtener a través de alimentos de origen animal.

Aunque la principal fuente de vitamina D es la exposición solar,
la podemos obtener a través de alimentos para alcanzar la ingesta recomendada de la vitamina (10 μg/día)

Las principales fuentes dietéticas son pescados, huevos, leche y productos lácteos. Sin embargo, la ingesta de este grupo de alimentos no es muy alta.

¿PARA QUÉ SIRVE LA VITAMINA D?

FUNCIONES DE LA VITAMINA D
Regula su propia síntesis
Mantenimiento de la homeostasis del calcio
Contribuyen a la mineralización ósea
Mejora la sensibilidad a la insulina
Contribuye con el sistema inmunitario
Regulan genes que controlan la proliferación celular
 

Relacionadas con estas funciones, las consecuencias de un déficit de la vitamina, tendríamos desde alteraciones a nivel óseo, pasando por enfermedades que afectan al sistema nervioso, como alzheimer y esquizofrenia, enfermedades cardiovasculares y hasta patologías como infecciones o diabetes.

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VALORES NORMALES DE LA VITAMINA D

VALORES RESULTADO
<20 ng/ml Deficiencia
20-30 ng/ml Insuficiencia
>30 ng/ml Suficiencia

RELACIÓN VITAMINA D Y OBESIDAD

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En la literatura, existen dos razones que son las que más se repiten a la hora de justificar un déficit de esta vitamina en personas con obesidad:

Las personas obesas tienen una exposición solar menor en comparación con las normopeso. 

La vitamina D está secuestrada dentro del tejido adiposo.

Sabemos que la obesidad es una enfermedad de origen multifactorial, en la que la escasez de actividad física, es característica, siendo compatible este hecho con una menor exposición solar, al preferirse actividades más sedentarias y fueras del aire libre en este tipo de sujetos.

Por otro lado, El estudio de Wortsman et al. fue el pionero en aportar evidencia de peso para justificar que la vitamina D(una vitamina liposoluble) puede ser atrapada dentro del tejido adiposo. Hizo un estudio con, diecinueve individuos delgados y diecinueve obesos (IMC ≤ 25 y> 30 kg / m 2 , respectivamente), estos fueron expuestos a la radiación UVB durante 24 h. Partiendo una concentración sérica similar de colecalciferol en ambos grupo, tras la exposición se obtuvo como resultado una concentración de colecalciferol en suero, un 57% menor que en comparación con el grupo con IMC≤ 25.

Por tanto, la nutrición y la actividad física puede jugar un papel muy importante a la hora de mantener unos niveles correctos de vitamina D.

Referencias

  1. E Rodríguez-Rodríguez et al. Vitamin D deficiency in Spanish population. Importance of egg on nutritional improvement.
  2. Hossein-nezhad , A & Holick , MF ( 2013 ) Vitamina D para la salud: una perspectiva global . Mayo Clin Proc 88 , 720 – 755
  3.  Wortsman , J , Matsuoka , LY , Chen , TC et al. ( 2000 ) Disminución de la biodisponibilidad de la vitamina D en la obesidad . Am J Clin Nutr 72 , 690 – 693